NUESTROS CLÁSICOS FAVORITOS

"LA RATITA PRESUMIDA"

(Charles Perrault)

Había una vez una ratita que todas las mañanas barría la puerta de su casa.

Un día se encontró una moneda y pensó: "¿Qué me compraré con esta moneda?". Se compró un lazo que se puso en su cola y salió a la puerta. Pasaba por allí el gallo y le preguntó:

- Ratita, ¿te quieres casar conmigo?

- ¿Y por la noche que harás?- preguntó la ratita.

- Kikirikíiiii

- ¡Oh, no, que me asustarás!- dijo la ratita

Luego pasó el perro que le dijo lo mismo que el gallo y la ratita le preguntó lo mismo.

- Por la noche haré guau, guau, guau- le respondió el perro.

- No, no, que me asustarás- dijo entonces la ratita.

Un rato después pasó un gato que también le preguntó a la ratita que si quería casarse con él y la ratita le preguntó:

-¿Y por las noche que harás?

- Miau, miau- respondió dulcemente el gato y la ratita aceptó.

La ratita se casó con el gato y un día después éste intentó comerse a la ratita y ella empezó a gritar:

- ¡Socorro, socorro!

Los vecinos fueron a ayudarla y se llevaron al gato y la ratita vivió feliz para siempre.

(Texto escrito por María)

Irene con la maestra Esperanza leyendo el cuento "La ratita presumida"

"LAS HABICHUELAS MÁGICAS"

Hans Christian Andersen

José Antonio leyendo su cuento favorito

"RICITOS DE ORO"

Andrea leyendo el cuento

Érase una vez tres osos que vivían en una cabaña. 

Un día Ricitos de oro iba por el bosque cogiendo flores, se encontró con la cabañade los tres osos y como vio la puerta abierta entró. Vio tres sillas, se sentó en la del padre oso y era grande, después se sentó en la silla de la madre osa y también le estaba grande. Quedaba una silla, la del pequeño oso, y al sentarse en ella se rompió. Después vio una mesa llena de comida. Probó la comida del padre y de la madre y no le gustó, al final le gustó la comida del osito, se la tomó y no dejó nada. Luego Ricitos fue a la planta de arriba y vio la cama del osito que le estaba justa y se durmió.

Al rato, los tres osos llegaron y vieron todo patas arriba, el osito subió al piso de arriba y vio a Ricitos de oro, llamó a sus padres y Ricitos se despertó y se asustó cuando vio a los osos. Salió corriendo y el osito le dijo que se había dejado los calcetines.

(texto escrito por Mª Ángeles)

Ilustración realizada por Alexandra 

"EL GATO CON BOTAS"

Charles Perrault

Había una vez un viejo molinero que cayó enfermo y dejó en herencia a sus tres hijos un molino, al mayor, un asno al mediano y un gato al pequeño.

El hijo pequeño estaba triste porque no sabía qué hacer con el gato. Éste le dijo a su amo que le consiguiese unas botas y un saco para irse a los trigales y le haría rico.

El animal cazó un conejo, lo mató y se lo llevó al rey diciéndole que era de parte del marqués de Carabás. Siguió cazando otros animales para llevárselos al rey y que lo fuera conociendo.

El gato se enteró un día que el rey y la princesa iban a ir a pasear al río y le dijo a su amo que se metiera en el río para hacer como si estuviera ahogándose. El rey cuando llegó vio lo que pasaba y reconoció al gato. Le dieron al joven ropa seca y lo subieron a la carroza real.

Al pasar por los campos, los agricultores decían que eran del marqués de Carabás porque el gato los había amenazado antes.

A continuación, el gato se acercó hasta el castillo de un ogro y lo engañó para que se convirtiera en un ratón y ¡se lo comió!

El rey llegó al castillo y se asombró de todo lo que tenía el marqués de Carabás y decidió que su hija se casara con él.

Al día siguiente se celebró la boda y el gato se convirtió en el caballero del marqués.

Iván leyendo "El gato con botas"